Experiencia estupenda. Trato inmejorable, cercanía, cabañas preciosas e impecables, desayuno estupendo, entorno ideal y especial atención a los más pequeños. La prueba es que a nuestra hija, de dos años, le ha fascinado incluso la cabina de recepción... Volveremos, pese a vivir muy cerca 🙂 Estamos muy agradecidos. Se nota cuando un negocio nace de una profunda ilusión y desde el cariño.