La experiencia fue realmente maravillosa. La casa en donde se sitúa el apartamento es tranquila, de arquitectura local, las vistas desde la terraza son fantásticas y todo rodeado de vegetación. La Sra. Marisa, que es quien gestiona el apartamento, es un verdadero encanto, una Mamma!! Siempre disponible, amable, nos dejaron usar el horno de leña, nos invitaron en más de una ocasión a cenar con ellos...un ambiente familiar y acogedor, a la par que tranquilo y con tu independencia, la respetan mucho!
Si vais a esta parte de la Isla, no dudéis de quedaros en este lugar, disfrutaréis de una experiencia 100% sarda!!