La bienvenida de la propietaria, Isabel, fue perfecta. Nos recorrió la casa y el exterior para explicarnos todo. Nos esperaban bebidas frías en la nevera. Nos ofrecieron limones de la propiedad. La casa está muy bien equipada, tanto en cuanto a equipamiento (tumbonas, mesas y sillas de exterior, vajilla, etc.) como con artículos básicos (condimentos, productos de limpieza, productos de higiene, etc.). Nos alojamos dos adultos, pero la casa puede alojar fácilmente a seis personas. La casa está bastante alejada de una carretera principal, junto a otras propiedades un poco más alejadas (vecinos muy discretos). La casa está rodeada de limoneros y naranjos. Es fácil acceder a la propiedad, aunque el camino que lleva a ella es estrecho. Durante nuestra estancia, Isabel nos preguntó varias veces si todo estaba bien y si necesitábamos algo. Las vistas desde la propiedad son increíbles. La casa está cerca de varios servicios (supermercado, correos, pequeños restaurantes, etc.) y lugares para visitar (como El Torcal y Antequera). Nos encantó alojarnos en la tranquila casa de Isabel después de visitar Andalucía durante dos semanas completas. Mantenemos la dirección segura. El pequeño extra: propiedad LGBTQIA+ amigable.