Perfecta opción para pasar unos días en la manga/cabo de palos, con playas y hostelería a tiro de piedra en coche. El apartamento estaba impoluto y muy cuidado. Destacaríamos la terraza, que dispone de unos sofás exteriores para estar al aire libre y una mesa y sillas para hacer las comidas. Y qué decir del pedazo anfitrión que es Diego, muy atento y predispuesto a hacer de nuestra estancia lo más cómoda posible, incluidas recomendaciones de sitios de la zona. Repetiríamos sin duda. Muchas gracias
Todo perfecto